Sofi me sigue sorprendiendo en cada pequeño paso que da… dije paso? noooo pasos… mi niña viene con toooodo para la caminada, quiere correr se sostiene de su cuna y la rodea siempre sosteniéndose del barandal; aunque ya la he cachado queriendo hacer algunos «solitos». Eso sin olvidar que simultáneamente se está volviendo una master en el gateo.
También ya recibió su primer golpe de la vida, se resbaló de la cama 😦 por fortuna la caída no fue muy dura, no le salió chichón ni nada, sólo quedó en el récord de sustos; por si las dudas cuando sucedió la llevaron al doc (yo estaba trabajando) y tomaron una placa para que estuvieramos tranquilos, la placa confirmó que todo estaba en orden una gran tranquilidad. Algo que siempre me da gusto es que Sofi siempre ha mostrado hasta el momento tener un excelente apetito, creo que hasta ahorita lo único que no le gusta comer es el cereal para bebés que nos recomendó el doctor al comienzo de su ablactación, así que ese lo pasamos por alto y no se lo doy, la comida debe ser un momento de disfrute 😀
Hablando de comida…. recuerdan que les comenté de su silla bumbo? bueno pues ya la estamos jubilando, ha llegado el tiempo donde Sofi puede apoyar perfectamente los pies en el piso y por lo tanto puede salir de ella por sus propios medios, así que ha dejado de ser una silla segura para ella, así que estuvimos buscando una nueva silla «periquera» y nos decidimos por una silla tipo booster igualita a esta, nos pareció buena opción porque la podemos llevar y traer como lo necesitemos, trae 2 charolas, una azul como para poner sus juguetes y una blanca que trae marcados los espacios para su vaso y su plato, finalmente la tapa verde sella la charola blanca para que no se ensucie durante el trayecto, además de que si quitamos la charola queda a la altura perfecta para compartir la mesa con nosotros, algo que si me hubiera encantado sería encontrarla en otro color jijiji… digamos un rosa? 😛 bueno digo algo un poco mas neutro, de hecho las vi en internet pero aquí en ninguna tienda lo pude encontrar, ni modo.
Las peripecias de mami 